
Foto tomada del blog de la Hermandad del Cristo de Burgos
A mi compañero y sin embargo amigo, Salvador Varea Ramírez, cofrade ejemplar del Cristo de Burgos, magnífico profesional y mejor persona.
En la calle San Juan tengo una cita
con el amor, el tiempo y la memoria,
con el fugaz destello de la gloria
que ese día del año nos visita.
La espera es ceremonia nunca escrita,
que no es ni mucho menos accesoria,
la fe guarda el secreto de la historia
de verla aparecer triste y bonita.
Una voz sin rostro pide al cielo,
cuando la noche cansada se hace calma
que baje para ella otro pañuelo.
Que el llanto, hecho torrente, de su alma,
ha empapado el que tiene ,sin consuelo,
Madre de Dios y mía de la Palma.
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